Antes de hablar de antropología del consumo es necesario enfocarnos en el área común que agrupa a todas las empresas: la comercialización.
La comercialización podemos definirla como un intercambio a través del que se satisface una necesidad o un deseo. En este intercambio de esfuerzos, tanto el cliente como el servidor (empresa) establecen una conexión que responde al contexto o ambiente actual.
Hábitos de consumo antes y después del internet
Antes de la aparición de internet, las necesidades del consumidor giraban alrededor de productos de consumo que estuvieran cerca de ellos. Si deseaban ropa o calzado, era más común acudir a tiendas físicas, con lo que se alimentaban estructuras de negocio que dependían de la presencia del cliente.
Además, la experiencia de compra, si bien siempre ha sido un factor importante, en tiempos pasados estaba en segundo plano, mientras que la calidad del producto o servicio era lo primero que saltaba a la vista al momento de elegir una marca.
Con la aparición de internet, las necesidades de consumo se han transformado.
Ahora los clientes saben que su deseo ya no está limitado por una frontera geográfica. Hoy sabemos que al otro lado del mundo hay una tienda con eso que el cliente está buscando, y basta con pulsar un botón para que dicho objeto llegue a sus manos.
La presencia física dejó de ser un factor limitante y, además, con la gran diversidad de prestadores de servicio que existen en el mundo, la experiencia del cliente o customer experience comenzó a ser un diferenciador entre las empresas, de ahí que cada vez más se sumen a la estrategia de personalizar dichas experiencias.
Los hábitos de consumo como reflejo de la personalidad del cliente
Las necesidades y deseos se transforman conforme van surgiendo cambios sociales en la tecnología, economía, costumbres y creencias de una sociedad. Y a partir de estos cambios es que se van transformando los nichos de mercado.
Es así que el comercio se convierte en un espejo de la sociedad. La naturaleza de los productos y servicios que los segmentos de mercado buscan, es un reflejo de los deseos del ser humano de la época actual.
Ahora que sabemos cuál es el peso que tiene el comercio en la vida de las personas, es necesario mirar hacia adentro, no hacia dentro del comercio, sino adentro de las personas.
Aquí es donde la antropología se vuelve una gran aliada, pues a través de ella es posible conocer cuáles son las motivaciones de un nicho de mercado y cuál es la mejor ruta para satisfacer esos deseos.
La antropología del consumo como mano derecha del marketing
La antropología del consumo es un análisis cultural. Los expertos en ésta área se encargan de estudiar cuál es el comportamiento del consumidor, de qué manera los productos o servicios impactan en su rutina, e identificar cuál es el valor que depositan sobres las marcas en su vida.
Los resultados de sus investigaciones son la materia prima para que otras áreas como el marketing puedan tener mayor claridad antes de emprender acciones. Con ello no sólo se reducen costos en las empresas, sino que estas se acercan con más certeza al objetivo final respecto de los clientes: su fidelidad a la marca.
Para seguir aterrizando en la importancia de la antropología del consumo y cómo se puede aplicar, compartimos 3 preguntas clave que toda empresa debe hacerse para conocer a su nicho de mercado y que esta ciencia puede ayudar a resolver.
¿Cuál es el contexto y comportamiento de un cliente?
A través de la observación, la antropología del consumo se encarga de identificar cuáles son los factores socioculturales que tienen una influencia significativa en el consumidor.
Estos factores van desde la familia, el acceso a la educación, su ubicación geográfica, entre muchos más.
Una vez que identifican estos factores, se enfocan en entender cómo se desarrollan cada uno y qué información o códigos de comportamiento aportan a la personalidad del consumidor.
Conocer cuál es el comportamiento del público meta ayuda a las empresas a trazar mejores estrategias de comunicación, diseñar customer experience personalizadas o experiencias más humanas en el ámbito digital, así como productos o servicios más eficaces, y en consecuencia, una experiencia de compra más satisfactoria.
¿Cuál es el mejor lenguaje para conectar con un segmento de mercado?
Gracias a la observación del contexto y comportamiento del consumidor, la antropología permite identificar qué tipo de lenguaje es el más apropiado para que la marca pueda comunicarse y que su mensaje sea escuchado por el cliente potencial.
Naturalmente, los seres humanos se agrupan con quienes encuentran afinidad. Y en este encuentro van desarrollando lenguajes especializados que los van diferenciando del resto.
Por ejemplo, las personas con acceso a smartphones, tablets y computadoras, han hecho de los gif, emojis y memes un medio para compartir emociones más complejas de una manera simplificada. Este tipo de lenguaje podría no ser tan efectivo para personas que tienen acceso a canales de comunicación al margen de estas tecnologías.
Es así que la antropología del consumo puede ayudar a identificar cuáles son los canales de comunicación más usados por cada segmento de mercado y su tipo de lenguaje para generar una vinculación con la marca más efectiva y duradera.
¿Cómo ir un paso adelante en el mundo digital y globalizado?
Como mencionamos al inicio, la aparición de internet ha transformado profundamente al ser humano, y las formas en que se da la comercialización.
En este sentido, la antropología del consumo es una herramienta de la previsión. A través de ella es posible identificar y entender el comportamiento de un segmento de mercado en el mundo digital.
Al reconocer patrones de comportamiento, las marcas pueden detectar nuevas necesidades y así realizar innovaciones en sus productos, servicios y canales de distribución.
Por ejemplo, si un estudio antropológico de consumo está evidenciando que un segmento de mercado está mostrando interés por una serie de dibujos animados del pasado, esto podría representar una oportunidad para crear una colección de productos inspirados en los personajes de dicha serie. La marca no espera a que el cliente lo pida. Va un paso adelante.
El consumidor de la actualidad es complejo, sus deseos se ven alimentados por una diversidad de factores que conviven en su entorno. Y para sobresalir, las marcas han de permitirse crear alianzas con otras ciencias que les ayuden a conocer mejor a sus segmentos de mercado.
En la colaboración con otras ciencias es que el mercado puede crear un vínculo más humano, honesto y duradero con el cliente.
Es de la mano del conocimiento profundo de un nicho de mercado que se abren nuevas posibilidades para el más alto bien de una empresa. Ambas partes se benefician: crece la satisfacción del cliente y se fortalece la estructura de la marca.
Referencias: